BIENVENIDO/A A ESTA PÁGINA DEDICADA A LA CULTURA, EL ARTE Y LA FILOSOFÍA. . .
"Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo." Benjamín Franklin
"Todo lo que se llama estudiar y aprender no es otra cosa que recordar" Platón
El presente espacio pretende ser una invitación al sano ejercicio de la REFLEXIÓN. Abarcando muy diversos temas, unidos por puntos en común como la CULTURA, el ARTE y la FILOSOFÍA. Esperando que algún tema de interés, sea la semilla que invite a indagar, buscar e investigar más profundamente y de forma personal aquello que nos cautive.
Podemos dejar de ESTUDIAR, pero nunca dejaremos de APRENDER. . .
Dr. R. J. Couvert
domingo, 10 de octubre de 2010
El nombre de la rosa (1986)
El nombre de la rosa es probable que constituya una de las novelas que todo bibliotecario deba haber leído. Primero porque nos hallamos ante una novela estupenda y, en segundo lugar, porque la trama se desarrolla y gira en torno a una abadía y su biblioteca durante la época medieval.
Dentro de toda biblioteca, obviamente se hayan almacenados libros; sin embargo, en esta abadía medieval se encuentra un libro que es capaz de matar durante el transcurso de la lectura. El autor juega entonces con las ideas de un libro que se desea encontrar, a pesar de que según afirman sus detractores religiosos puede corromper el espíritu humano, y que es capaz de matar a aquel que lo lee. Y este último es uno de los planteamientos más ingeniosos de la novela.
Entre las discusiones ideológicas que se suceden en un concilio desarrollado en la abadía, la suposición de los monjes de la llegada del Apocalipsis deducible por los mortales hechos acaecidos, la aparición de la Santa Inquisición para el castigo de los incentivadores del culto al diablo que, liberado, prosigue con sus asesinatos. Mientras tanto, Guillermo de Baskerville y su novicio, Adso de Melk, se muestran dispuestos a averiguar de una forma deductiva qué está ocurriendo realmente. Durante el transcurso de sus investigaciones, el bibliotecario y su ayudante parece que tienen mucho que esconder tras sus impenetrables rostros.
En el trasvase de ideas para una trama del cine a la literatura y viceversa, se afirma que un mal libro puede producir una buena película y que una mala película es producto de un buen libro. No es éste el caso de El nombre de la Rosa que fue llevada a la gran pantalla por Jean-Jacques Annaud con GRAN ÉXITO y fiel a la novela.
Historia reflexiva sobre la persecución de toda ideología filosófica que estuviera fuera de los dogmas de la iglesia católica en la época de la Inquisición.
A veces olvidamos el privilegio con el que HOY contamos al tener acceso a todo tipo de libros. . . un lujo y un tesoro que en años anteriores sólo se podía aspirar en sueños.