La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente. François Mauriac
No todos reaccionamos iguales ante la realidad de que en un día que no sabemos cuando, debemos afrontar la muerte, desde luego, habrán muchas formas de manifestarse, todo depende de nuestro karma, nivel cultural, espiritual alcanzado. Lo cierto, que ese momento llegará, lo importante es saber si estamos preparado para ello y si realmente supimos aprovechar la oportunidad de vida que nos legó.
Desde la antropología se ha abordado ampliamente el tema de la
muerte. Autores como Marc Augé, Jean Baudrillard, o Philippe Ariès,
reflexionan sobre la actual “ausencia” de la presencia de la muerte
en nuestras sociedades. También tenemos los estudios del ya clásico
Thomas Louis-Vincent donde aborda los distintos tipos de muerte.
Dentro de la antropología de nuestro país es de destacar autores
como Caro Baroja o Miguel Barandiarán quienes nos sitúan en la primera
parte del siglo veinte abordando las costumbres dentro de la
cultura vasca en relación al rito funerario. Por su parte, Marcial
Gondar, en el contexto cultural gallego, se aproxima al estudio de
dos aspectos de la muerte: el aspecto relacionado con el rito y el
mundo de su representación mental en el mismo. Si bien son más los
autores que trabajan la temática, sólo nombro algunos de ellos. En
mi aportación abordaré en el tema de la muerte de forma comparativa
a dos culturas: la vasca y la gallega, profundizando en su mundo
de representación mental a lo largo de todo el siglo veinte y a nivel
intergeneracional. Por ello, voy a presentar en este trabajo, la importancia
de las creencias para abordar la situaciones no sólo ya con
enfermos terminales sino con la enfermedad en sí misma, debido a
que ésta despierta de un modo u otro la alerta de la muerte.
Hasta este momento, se ha dado un paso muy importante para la
enfermería y han sido los estudios en profundidad realizados sobre
el proceso de la muerte, traídos por Elizabeth Kubler-Ross y Ernest
Becker. Ellos nos han dejado unas importantes bases científicas pero
nos queda mucho camino por abrir, y éste lleva a profundizar en el
mundo de las creencias y a establecer unas diagonales en universales
comunes, para manejarnos así ante diversas situaciones de la
muerte. Pero entre estos universales tenemos que señalar que el
miedo a la muerte, se halla en la base de toda la simbolización, bien
negándolo, negociando con él o manifestándolo.
Para Beker, la motivación primaria del comportamiento humano
es la necesidad biológica de controlar nuestra ansiedad básica, de
negar el terror a la muerte. Las personas somos seres ansiosos por
naturaleza porque, en última instancia, nos encontramos indefensos
y abandonados en un mundo donde nuestro destino es morir. “Este
es el terror de haber emergido de la nada, tener un nombre, conciencia
de sí mismo, sentimientos íntimos profundos, un agudísimo
anhelo de vivir y autoexpresarse, y, sin embargo, pese a todo esto,
morir”. Quiero añadir a estas reflexiones que mi investigación me
lleva a sostener que la simbolización que cada uno de nosotros tenemos
de nuestra muerte, dinamiza la forma en que vivimos.
En la enfermería se está articulando con fuerza el estudio de los
cuidados y la antropología. Esta mirada hacia la antropología hunde
sus raíces en la especialidad de esta ciencia en determinar los comportamientos
culturales de los diversos grupos étnicos.
Descubrir la presencia de la cultura en los cuidados, da una comprensión
nueva a la profesión y construye en un dinamismo constante
la ciencia del cuidar.
Los cuidados culturales permiten apreciar los componentes fundamentales
del cuidado humano, a partir de una perspectiva transcultural.
La cultura como concepto clave de la antropología, permite dar
significado a lo que nos rodea, y está constituida, por un mundo de
valores, creencias, maneras de vivir y tradiciones que se transmiten
de generación en generación. Pero todo ello se halla,si bien asenta-
do,en una estructura también a la vez sometida a un cambio constante.
Ambos elementos estructura/cambio son los que mantienen
viva la cultura.
La enfermería siempre se ha encontrado con el reto de manejar
situaciones en las que la muerte se halla presente. En nuestro país y
cada vez con más fuerza, desde ya hace diez años, nuestra profesión
tiene que ir dando respuesta a una variedad étnica cada vez más
importante, por ello necesita manejarse con universales que son
inherentes a todas las culturas.
En el desarrollo de este estudio se perfilan tres grandes elementos
universales que recorren a todo grupo étnico: el miedo a la muerte
si bien su manifestación es variada (aceptándola, negándola o
negociando con ella), los tres grandes grupos en los que se enmarca
la creencia y una actitud a mantener siempre en el cuidado que es el
no adelantarse nunca a categorizar la creencia de nuestro paciente,
sino que sea él mismo quien le dé su propia significación.
En un primer momento, nos introduciremos en dos aspectos relacionados
con la muerte que son complementarios entre sí uno es el
de las creencias, donde nos acercamos a ver los tres grandes grupos
existentes en ellas, y el segundo aspecto es el del diálogo con la
muerte entre lo individual y lo social, donde contamos con dos historias
de vida que nos acercan al umbral de la muerte y cómo se va
produciendo el diálogo en sus propios protagonistas en el que manejan
su mundo de creencias, lo que nos permite establecer una pauta
universal en el cuidado intercultural.
LOS VALORES DEL CUIDADO CULTURAL Y LAS CREENCIAS
Los valores del cuidado cultural y las creencias están enraizadas
en las dimensiones religiosa, familiar, social, política, cultural, económica
e histórica de la estructura social, del lenguaje y del contexto
del medio ambiente. Pero en el cuidado tenemos que tener en
cuenta que cuando hay que hacer frente a situaciones de enfermedades
graves y de enfermedades terminales, va a priorizar en el uni-
Antropología de la Muerte: entre lo intercultural y lo universal
verso simbólico a nivel de las creencias de nuestros pacientes alguna
de estas tres dimensiones que englobo en “la esencia religiosa” y
que son inherentes a todo ser humano: la creencia religiosa, creencia
científica, o bien la simbiosis religiosa-científica. Estos tres aspectos
los vamos a desarrollar a continuación.
En nuestra práctica profesional en estos inicios del siglo veintiuno,
es ya muy difícil que encontremos en nuestros pacientes aquellos
que se sustentan únicamente de la creencia religiosa en el diálogo
del final de la vida.
Una de las características más importantes de toda religión es
que maneja el mundo de las creencias, y da respuestas concretas que
permiten un diálogo ante diversas situaciones de la vida, y, por
supuesto, también ante su final o puesta en peligro de ésta. No obstante,
ya desde el siglo XIX, a nivel intergeneracional ha ido permeando
el aspecto de la creencia científica en el diálogo ante la enfermedad
grave y el final de la vida. Hasta tal punto, que hemos llegado
con la globalización de los medios de comunicación a que la creencia
científica se extienda a lo largo de toda la diversidad cultural
existente.
Si bien a lo largo de la historia siempre han existido personas o
grupos que no se han identificado con ningún credo religioso, a partir
del siglo XIX, los agnósticos y los ateos, por poner los ejemplos
más conocidos, ocupan un espacio visible en nuestras sociedades.
No obstante, ello no quiere decir que no vivan el “hecho religioso”
ya que esto es inherente al anthropos. Este “hecho religioso”, puede
estar apoyado en elementos puramente científicos, lo que le permite
a la persona un diálogo dentro de la creencia científica.
Un espacto muy importante es como CULTURALMENTE cada sociedad ve la MUERTE. Pues no es lo mismo como se ve la MUERTE en la Cultura Mexicana por ejemplo, que en la Española u Oriental.
NOTA: EL CORTOMETRAJE "HASTA LOS HUESOS" (CORTO DE RENE CASTILLO: MÉXICO) ES UN PERFECTO EJEMPLO DE LA FORMA DE "SATIRIZAR" LA MUERTE EN LA CULTURA MEXICANA. . . PRESENTE EN TODOS LOS ASPECTOS ANTROPOLOGICOS DE SU HISTORIA, CON CUENTOS, FABULAS Y RELATOS.
INVITA A LA REFLEXIÓN DE LA FORMA EN LA QUE PUEDE LLEGAR A CONTEMPLARSE EN OTRAS PARTES DEL MUNDO, EN OTRA SOCIEDAD, CON OTRAS CREENCIAS.