(ENLACES DE INDAGACIÓN: WIKIPEDIA)
El corazón de un hombre SABIO es tranquilo y sereno. Es un ESPEJO entre el cielo y la tierra en el que TODO se refleja. . . Sé como el AGUA INMOVIL, podrás mirar a través de ella y VERTE a ti mismo. .
Kung fu fue una premiada serie de TV estadounidense producida entre 1972 y 1975 protagonizada por David Carradine. Fue creada por Ed Spielman, dirigida por Jerry Thorpe y desarrollada por Herman Miller, quien fue además escritor y coproductor de la serie.
La serie consta de un capítulo piloto más 62 capítulos divididos en tres temporadas.
Kung fu relata las aventuras de un monje shaolín llamado Kwai Chang Caine (intepretado por David Carradine en su situación de adulto, Keith Carradine como joven y Radames Pera como niño), que viajaba a través del Viejo Oeste de los Estados Unidos usando como únicas armas su destreza en artes marciales y la fuerza interior de su filosofía de vida. Su propósito era encontrar a su medio hermano, Danny Caine, y empezar una nueva vida en familia, ya que Kwai Chang había huido de China tras poner las autoridades precio a su cabeza.
El Maestro “Po” (en el que se basó George Lucas y los propios guionistas Lawrence Kasdan y Leigh Brackett para la creación del personaje de Yoda en STAR WARS) del discípulo “Pequeño Saltamontes” es un referente iconográfico de un elevado Maestro Iniciado. Cuyas enseñanzas explicadas a través de pequeños Flash Backs introducidos durante el Capitulo, hacían una Serie Entretenida y al mismo tiempo REFLEXIVA sobre diversos temas, morales, éticos y espirituales.
Podría decirse que es la Serie “ZEN” de TV por excelencia.
El zen trata de ser una reconciliación de la persona con el ser sensible, con el cosmos, gracias a la cual el hombre se centra en la realidad que le envuelve captada ahora en su íntima verdad dando de lado a la engañosa verdad que manejamos en el mundo conceptual y lógico. El pensamiento discursivo-lógico-racional-conceptual es descalificado por la postura zen.
La realidad fundamental de uno mismo, en sí cercana y natural se nos resiste, nos cuesta mucho captar por un simple error de perspectiva mental.
El zen persigue el derrumbamiento de toda nuestra falsa construcción mental alcanzando así nuestra mismidad. La emancipación de la conciencia, el encuentro con uno mismo integrado completamente en el universo, como mejores líneas de contacto con la realidad.
